Porqué el mundo vuelve a la guerra?
Era hace poco tiempo impensado que el mundo volviese a vivir situaciones de ataque militar, personas que salen huyendo de sus hogares y ciudades casi con lo puesto, que buscan hacia donde escapar y como escapar, soldados con armas grandes movilizados y preparados para atacar, aviones circundando ruidosamente los cielos, bombardeos en ciudades en las horas en que todos duermen…
Pasaron mas de 70 años del horror vivido y aún no elaborado de la última guerra mundial, y luego de una experiencia de gran stress y trauma social como ha sido la pandemia de Covid, ahora surge una nueva guerra en Europa que, en sólo unas horas, ha dejado pérdidas de vidas humanas injustificables.
Ante ésta tragedia que vuelve a acechar a la humanidad cabe preguntarnos:
qué mecanismos ciegos de repetición se juegan en estos movimientos destructivos?
Es posible salir de esta repetición como colectivo?
Cuando la violencia se instala, cómo salir de su dominio? Cómo salir de la impotencia que genera a todos los que permanecen doblegados por ella y encontrar una solución verdadera y duradera?
Cuándo aprenderemos a mirarnos a los ojos como humanos y resolver nuestras diferencias en el diálogo y el respeto?
En un mundo tan desigual donde la violencia se-cuela en fotos diarias de hambre, pobreza y diversas formas de esclavitud, donde el planeta es socavado por la industrialización descarnada que aniquila la naturaleza y sin miramientos al futuro, pone en peligro el sostenimiento de la vida en el planeta, en tantas formas explícitas y solapadas de violencia, la escalada es mas de lo mismo, sólo que con consecuencias transgeneracionales, sociales, familiares e individuales incalculables.
Es una secuela colectiva del patriarcado, la gestión del poder en términos de sometimiento, territorialidad y nacionalismo, donde la vida humana es mercancía de cambio y se cuenta sólo como caudal de fuerza con capacidad de destrucción. Éstos hombres que van a la guerra son «carne de cañón», instrumentos de uso de un sistema destructivo milenario que debe transmutar hacia formas mas desarrolladas de gestión de las necesidades humanas.
Qué pasaría si los pilotos que oprimen un botón de comando del avión, miraran a los ojos a las personas que perderán sus vidas segundos después a causa de la explosión que ellos desencadenan? Si pudieran tener esas fotos en sus manos, harían lo mismo? Y quiénes dan la órden y generan estratégicamente éstos macabros planes, qué pasaría si convivieran con las fotos y las vivencias de dolor de esas personas y sus seres queridos?
Qué tristeza…
Qué doloroso…
Qué impotencia volver a vivir una guerra, cuantas familias quedaran signadas por el horror y el dolor…o la muerte.
Más de lo mismo.
Miremos el dolor y acompañemos desde el contacto y la conciencia, un momento muy difícil de toda la humanidad que nos ofrece la posibilidad de comprender a nuestros abuelos y bisabuelos que vivieron escenas muy parecidas y con tanto esfuerzo abandonaron sus países y culturas para lograr sobrevivir. Y lo hicieron…
Ojalá podamos hacer algo diferente…
Dra Verónica Molina